Gomita se rie de mi, dice que si mientras yo trabajo las vaquitas estan ahi pastando, o que si tengo que perseguirlas para que no se coman las declaraciones de impuestos, me pregunta si me monto en una vaca para ir al comedor o que si he hecho amistad con alguna, tambien me pregunta que si que hare en caso de que me confundan con una y me cuelguen de los pies para llevarme al matadero, que si que les dire??? mi respuesta es sencilla, les dire: muuuuuuuuuuuuuuuuuu.
Y es que pasa como con el canto de las ranas, te acostumbras tanto a el que hasta te parece un arrullo, igual con los mugidos, pueden resultar hasta terapeúticos si te lo propones, si le ves el lado positivo estas en medio de la naturaleza, entre animalitos y abono natural (estiercol), todo ahi es muy ranchero, a mi gusto, vaqueros de sombrero y botas, caballos, pastura, y becerritos de ojos tristes, todo muy pintoresco si asi lo quieres ver, pero lo que no paso, no tolero y no aguantoooo es el puto olor, digo yo, es que no pueden oler mejor?? no tendran la idea estos de bañarlas con algún shampoo de esos que tienen esencia de flores, digo, es una idea, y las ideas venden no??, no seria bueno tener la mejor carne de todo el país y ademas que no apeste?? voy a hablar con los directivos del corporativo a ver si me sacan de contabilidad y me llevan a mercadotecnia.
Recuerdo cuando iba al rancho de mis abuelos, me encantaba madrugar a arrear chivas con mi primo Tin, o acercarme a los corrales a ver las vaquillas, el olor a campo, a ganado, me encantaba, pasaba por ahi a placer, recuerdo una ocasión cuando era niña que andaba mas contenta que un enano, saltando en el patio de la casa de mi abuela recolectando bichos, y como siempre he sido mas que distraida, mi madre estaba al pendiente de mi para que no fuera yo a confundir una vibora con una lombriz grandota, estaba fuera de este mundo como todos esos niños que viven en la ciudad y de repente los llevan a la libertad y tranquilidad de campo, cuando oi a mi madre gritar "Cuidado con esa mi.....", demasiado tarde, no termino la frase cuando yo ya estaba atascada en una mierda de vaca de 5 kilógramos de peso (o mas), creo que ese a sido el encuentro mas cercano que he tenido, digamos que me adentre en sus mas cruda naturaleza.
Yo he sido siempre del pensamiento ese de "los toros desde la barrera", toros, vacas, becerros, vaquillas, toretes, o lo que se le parezca, me divierte verlas y hasta en las exposiciones agrícolas, que he ido a muchas, ando buscando ver los sementales que esten en exhibición (por pura admiración a la naturaleza), tambien las diferentes razas de ganado lechero, los que exportan a otros países, y tambien los que nos mandan al extranjero, pero aca en la vida diaria les tengo miedo, es muy bonito verlas dentro de un cerco pero cuidado si se me acerca alguna que ande libre porque entonces si me convierto en estatua de piedra y no muevo ni un músculo, y es que les tengo pánico, contradictorio lo se, porque no le temo a los caballos, ni a los cerdos, mucho menos a las gallinas y miren que he tenido roces no muy agradables con ellas, pero las vacas, tocarlas o arrearlas ni de loca.
Hace algunos años era maestra rural en una comunidad cerca de mi antigua ciudad, y todos los dias tenía que salir a la carretera a esperar el aventon para ir, como yo vivía en la periferias, habia unos corrales de ganado cerca y sacaban a las vaquitas cada cierto tiempo a tomar agua a un arroyo de los alrededores, ese día iba a mitad del camino cuando empezaron a llover vacas de todos lados, no supe de donde salieron pero cuando menos pensé estaba enmedio de una estampida de ubres alocadas, me quedé quietecita como palo y pensaba -que no me muerdan que no me muerdan, después recapacité y recordé que las vacas no muerden (o si??), pero son la cosas ilógicas producto del miedo, esos días estaba mi abuela materna de visita en casa, una mujer bragada, criada en los altos de la sierra, así que cuando me vio en el apuro, (queee?? para mi lo eraaa), salió corriendo de casa y mas rápido que superwoman llegó a salvarme de la manada asesina que quería devorarme, no sin antes (y después) reirse de mi por coyona.
Y ya, que quedó ahí otra anécdota para contar en las reuniones familiares, y que toda la bola de consanguineos burlescos a morir que tengo se rian de mi hasta las lágrimas cuando mi abuela detalla la cara que tenía, pero en fín es otra historia mas de las mias, como si no tuviera ya bastantes, hay que ver, cuando me convertiré en una persona "nonchusca"???
sábado, noviembre 08, 2003
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