jueves, marzo 25, 2004

DIMENSION DESCONOCIDA

El otro fin de semana me fui a Yuma Arizona, un viajecito de esos relampago al que le tenia muchas ganas, muchas semanas de esperarlo y por fin llego, asi que ahi voy yo montada en el coche con (odio decirlo) tres parejas de casados y mi soledad,jejejeje, pero ni crean que es tan malo, puedes ir por donde quiera de ojito pispireto viendo lo que y a quien se te place.

Me puse mis mejores galas, y no, no me refiero al vestido ese de lentejuela y chaquira, pero iba de matadora con un plan bien trazado en la mente, "gringuitos, gringuitos, gringuitos", basandome en el hecho de que en Yuma hay una base del Army por lo tanto y segun mis suposiciones los casinos estarian plagados de chicos altos, disponibles, y de buen trasero.

Mi corazon se hinchaba de ilusion por el atrancon visual que estaba por darme, y bueno si pasaba de lo visual a un acercamiento corporal pues me iba a tener que sacrificar por mi patria y avasallar a dos o tres americanitos chulos en nombre de Pancho Villa y Cesar Chavez, asi que con toda la programacion hecha llegue al casino alrededor de la diez de la noche, despues de casi una hora y treinta de viaje, esperandome encontrar a mi Nicolas Cage de las Vegas, aquello era todo lleno de luces y coches, como en las peliculas, con porteros y todo, hasta me pidieron mi identificacion para corroborar mi mayoria de edad, eso me levanto la moral como en un 200%, la cual se bajo al -200% cuando entre ahi.

Y es que la imagen ante mis ojos era devastadora, como despues de la segunda guerra mundial, y no precisamente porque las instalaciones parecieran bombardeadas, sino porque todos y cada uno de los ahi presentes eran como de aquella epoca, digamos entre los 70 y 80 años y algunos creo que hasta mas.

Mi cara solo podia decir una cosa - Donde estan los chicos buenos aqui?????, me hubiera conformado con solo chicos aunque no estuvieran buenos, pero que va, aquello estaba infestado de ancianos, parecia la plazuela de mi rancho a las seis de la tarde, solo que estos viejitos no llevaban sombrero, sino gorras y pantalones cortos, asi que en vista del exito no obtenido me dispuse a perder mi tiempo y dinero en las maquinas tragamonedas, y ahi estoy yo envejeciendo cincuenta años y tirando de la palanquita con la esperanza de hacerme rica, cosa que tampoco sucedio, y eso de estar echando moneditas me canso el brazo asi que mejor aborte la mision y me dirigi a lo mas llamativo del lugar: El grupo de musica country, tambien compuesto por ancianos, pero al menos estos con ritmo.

Estuve un rato ahi aplaudiendo y brincando al ritmo de las canciones, pero cuidando de no pisar alguna dentadura postiza, fue lo que salvo la frustrada noche definitivamente, pero ya era tan grande mi desesperación de ver carne fresca que empece a perseguir a los camareros, nada agraciados por cierto pero si en mi rango de edad, hasta que por fin mis amistades decidieron irse a otro casino y justo cuando pasamos la puerta de salida iba entrando un grupo de cinco jovenes de esos por los que rogue al Señor, tuvieron que llevarme arrastrando literalmente al coche porque yo queria regresarme a como diera lugar, oigame usted es que eso fue como ver un barco desde una isla desierta con 2 años de naufrago.

Pero no quedo mas remedio que ir al siguiente casino, y taran la misma historia, si los cuento habia solo dos chicos apetecibles ahi y creo que uno era homosexual porque no se le despegaba a su compañero, asi que habia que ir perdiendo las esperanzas, solo restaba el otro, un muñequito de ojos azules que lamentablemente era del equipo de seguridad (securitas), y que por mas que trate de conseguir su atencion fue francamente imposible porque de tanto perseguirlo por el local termine mareandome y es que no dejaba de dar vueltas y vueltas, pero eso si, mi fracaso fue solo porque el tipo es un verdadero profesional que no descuido su trabajo.

Asi que termino la noche y regrese a casa con 10 dolares menos y cara de desconsolada, bien dicen que lo que se planea nunca sale bien, pero una cosa si les digo, a quien se le ocurra la gran idea de ir a Las Vegas a disfrutar del glamour de las luces de neon y el gran ambiente norteamericano que me permita tres palabras: Sacate a la chingada!!! (bueno, fueron cuatro y que).

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