lunes, julio 07, 2003

Lunes,ni las gallinas ponen

Los lunes nos recuerdan a todos y cada uno de nosotros (al menos los que trabajamos) que el mundo no ha cambiado mucho, que somos los esclavos de la nueva era. Te levantas después de un fin de semana en que crees que tu vida es tuya, je je je, permiteme reir, y te das cuenta que todo va en contra de tu voluntad, tienes que levantarte temprano, que dificil es eso Dios mio, viene el típico "cinco minutitos mas, cinco nadamás porfavor", y la cabeza se te pone tan pesada como una roca y se niega a moverse, que ni con grua vamos, pero ahi viene lo curioso, el cuerpo esta tan bien entrenado que no puedes dormir un minuto mas de la hora debida, y es que la costumbre es fuerte y la conciencia (para los que aún nos queda algo) no te deja vivir tranquila.

Después la ducha, pero a quien se le antoja ducharse cuando se acaba de despertar, a mi no, porque se me ponen los ojos como si me hubiera liado uno de marihuana y me veo fatal, luego sigues los mismos pasos de todos los días, es como si te lo hubieras aprendido de memoria, porque uno no se pone el desodorante el final???, al menos para variar.

Luego el camino en autobus, pobres ingratos que arriesgamos la vida al subirnos a los camiones de la muerte, rezate dos padres nuestros antes de subir hija no vaya a ser que te toque la de malas con este cafre hijo de su puta madre, en fin que es llegar al trabajo, tener que encontrar la pc debajo de los papeles, luego descubrir el monitor atrás de los miles de papelitos pegados ahí con los pendientes para hoy, atender las llamadas de los hijos de la chingada de los auditores, vampiros chupa sangre, que parece que les pagan solo por firmar, que todo lo quieren en la mano con una jodidaaaaa.

Y si por si acaso esto no fuera poco, tener que aguantarte la presencia del enano diabólico de mi jefe, que no hace mas que chingar la paciencia todo el día, que no puede ni ir al baño sin preguntarme si se limpia con el papel o con la mano.

Al final del día, ya vas mas muerto que vivo de regreso a casa, y no te importa que el camionero vaya como alma que lleve el diablo, que se pase dos semaforos en rojo, o que le recuerden a su progenitora los conductores de los tres coches a los que se les atravesó vilmente, lo que quieres es llegar, para que al entrar por la puerta del Home Sweet Home, veas el abanico por el piso, los trastes sucios, la mesa llena de herramientas, las luces encendidas todas como si fuera carnaval, y ahi de plano ya te dan ganas de morder a alguien, de retorcerle el pescuezo a cierta bestia peluda que cohabita contigo, pero el muy chulo esta dormido, asi que ni caso tiene desgañitarte la garganta, con los ojos inyectados de odio lavas los platos, recoges el abanico y la mesa, pateando el piso, después a prepararlo todo para mañana, y volvemos a empezar, igual que hoy e igual que ayer.


Como buen lunes, tengo el cerebro atrofiado, y me levante en modo "estoy hasta la chingada", o como diría Rodolfo"estoy hasta las pelotas y si no lo digo reviento".

Punto final, me sigo trabajando, ya mejoraré que yo soy como el clima.

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