miércoles, julio 30, 2003

ATERRIZAJE FORZOSO

Ahi te va Carmen.

Empezemos por el día que nací, un esplendoroso 9 de Octubre de 1978 a las 2:00 de la madrugada, yo siempre tan impaciente, en la última frontera norte de México, el caso es que después del reborujo, la nalgada y los llantos de rigor, empezaron las dificultades, resulta que mis benditos padres son contreras hasta en la sangre, así que eso provocó que me pusiera mas amarilla que un platano, me tuvieron internada por cinco días con agujas por todo mi cuerpecito, ahora que lo pienso, como he crecido Dios mio. Las monjas (si si, nací en un hospital católico con crusifijos hasta en el wc, para que todo saliera bien) le decían a mi madre que lo mejor era que me bautizara, porque de esa no salía, y como iba a permitir ella que mi alma vagara en el purgatorio eternamente.

Mi madre como mi abuela, a Dios rogando y con el mazo dando, se fue directito al Hospital General a ver si ahi me podían recibir, una doctora muy bragada, Gloria era su nombre (y que si acaso lee esto y me reconoce le mando mi mas grande agradecimiento) le dijo que ella se iba a hacer cargo de sacarme de ahí, y que mi madre se arreglara con las monjitas con la cuenta.

Mi abuelo le dió los $ 5,000 pesos que las hijas de la chingada, y que perdone el Señor allá arriba pero el mas que nadie sabe que es cierto, pedian por los cinco días que me tuvieron ahi nadamas agonizando, tenía el higado, vaso y corazón inflamados cuando la doctora Gloria me sacó de la antesala del purgatoria metida en una canasta.

Cuando llegamos se deshicieron de toda mi sangre original y me la cambiaron por otra un poco menos azul, pero que en fín sirvio para sacarme del tunel, estuve dos semanas en terapia intensiva, con toda mi familia haciendo guardia del otro lado del cristal, entre ellos mi abuela, si si, la de las chivas, pues como en ese entonces la pobre aún no sabia lo que queria en la vida, era ferviente adoradora de la Virgen del Rosario, y en un arranque de devoción y con mucha fe la chingada viejita de mis amores, le prometió que si le hacía el milagrito de salvarme la vida me llamaría como ella, Rosario, y pues aquí estoy, vivita y coleando, el resto esta mas que claro en mi acta de nacimiento.

Cuando mis hermanas le reclaman a mi abuela su mas que evidente preferencia ante este milagro con patas, ella les dice -Ayyy hijas, es que yo pense que esta niña no se nos lograba, si la hubieran visto ahi con su culito levantado y todo moradito. Y esa es la parte triste de la historia, que todos mis familiares menores de 35 años me echan en cara que me haya valido yo de mi culo morado para ganar favores de todos los mayores. Hagame usted el favor.

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